AÑO AÑEJO
“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”
Nietzsche
Año nuevo consecuencia de la clasificación del tiempo, impuesta por Roma y su naciente imperio hace doscientos doce años (excepto en algunos países de Oriente). Esa clasificación marca del nacimiento aproximado de un Mesías afirmándose: ‘antes de Cristo’(a.c) y ‘después de Cristo’ (d.C), otros omitiendo la presencia del mesías, prefieren llamarle ‘antes de nuestra era’ y ‘después de nuestra era’; Si observamos nunca se habla en presente, solo un antes y un después, tal parece un augurio ó una sentencia permanente del presente en el que vivimos, con un pasado o un futuro presente, ¿es ese el destino del hombre, su plazo, su termino?. Pero eso si, cargamos a cuestas la numeración de doscientos doce años recorridos después de Cristo o después de nuestra era, va!: quinientos años aproximadamente, en los que transcurrió un imperio que su funcionamiento se encontraba sostenido sobre los hombros de hombres llamados cruelmente esclavos, y que mas adelante se les llamo siervos con un feudalismo que duro casi mil años, en el que le sucedió un capitalismo que se fue convirtiendo en la sofisticación de sus ancestros, mas salvaje para el hombre, en el que el esclavo o el siervo yacía como un asalariado peormente explotado.
Año nuevo naces en un México con problemas serios, y en un mundo que igualmente los tiene. Acreedores muchos y deudores otros tantos, como si ya te conociéramos, como lo único sucedido fuera el correr del tiempo que se nos monta en nuestros hombros y tira a cuestas diciendo lo que el poeta: en el tiempo un año más y en la vida un año menos.
México nace contigo infraganti a la cuestión: ¿votar o no?
Nace así porque se le concibió como electoral, así nace porque lo queramos o no el tema de los partidos políticos y también el de los ‘baños de pueblo’ serán el punto de discusión, de criterios, de ideas, de apuestas y decepciones.
Al pueblo ya se le comienza a aplicar vía medios de comunicación, un paliativo llamado: lucha de unos cuantos por el poder.
Cuan triste es este augurio de año nuevo en el que priva en el mundo de lo público: lo electoral, lo coyuntural. El pueblo de México aun vive amnésico, aun prefiere adormecer el pasado, sin importar que tan presente se encuentra.
Pero esta nación integrada por quienes habitan el territorio no emprenderá ningún vuelo hacia el futuro, distinto del pasado, si antes no sana, no arregla, no atiende las deudas de su pasado, que son muchas, que se pudren creando un olor que pronto podrá ser insoportable por mas aromas electorales o coyunturales que puedan suceder, el país tiene crisis profunda que requiere lo que el IFE llama como ‘la participación de su gente’ afirmando que ésta ‘hace grande a un país’ pero recordando que solo la participación de su gente hará grande a un país cuando esta no reduzca su participación a tan solo tener actualizada una credencial o votar. Entonces y solo hasta entonces que el pueblo sea el creador de coyunturas necesarias y no impuestas, podrá atesorar un futuro prominente, lejano y mejor al antaño, viejo y cada vez más podrido pasado que se enquista en nuestras vidas que viven tiempos nuevos con experimentados males añejos.
Este año debe ser el de la búsqueda de la opinión de su pueblo, no de su comentario, opinar significaría, tener voz, y yo comento que tener voz significa que lo que dicen los sectores sociales, los movimientos civiles apartidistas y la población en su conjunto así como también sus minorías, transmitido en las mismas condiciones, que se transmite la propaganda electoral e institucional.
Hoy seguimos en una obra Dramática, sin espectadores, porque todos se han convertido en actores, con papeles bastante difíciles de desarrollar sobre todo para un público que se encuentra también dentro de la misma obra.
Hoy ya no basta solo el preguntarnos al ver las cosas existentes: ¿Por qué?; sino que requerimos, soñar con cosas que nunca han sido y preguntarnos: ¿porque no? No solo se debe interrogar la razón de lo existente sino también de lo inexistente.
No hagamos que este año dure más de 365 días.
PEPE PONCHO
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